No, no es que fomentemos el escape libre desde este blog. Todo lo contrario. Que nuestra moto suene bien, es una cosa, y que vayamos haciendo el ridículo, es otra muy distinta.
El tema de los escapes va sobre gustos, normalmente no deberíamos cambiar el escape de serie para un uso normal de nuestro vehiculo. Tan solo nos lo plantearemos si rodamos en circuito y queremos que las prestaciones de nuestra maquina aumenten gracias a algunos cambios y ajustes. Sustituir los escapes no se limita a quitar uno y poner otro. El motor necesitará de algunos reglajes para adaptarse a la nueva presión que generen los gases de la combustión (quizás tengamos que ajustar la inyección, aunque en muchos casos puede que no sea necesario). Si no realizamos esos ajustes probablemente obtengamos un mal rendimiento general de nuestra motocicleta.
Para cumplir la normativa legal en cuanto a ruido ambiental y contaminación se refiere, los escapes de serie restan un poco de potencia al motor por incluir silenciadores distintos de otros modelos homologados y no homologados existentes en el mercado. Aluminio, fibra de carbono y titanio son los principales materiales ligeros y resistentes empleados en su fabricación.
Las dudas a la hora de elegir, las de siempre; su acabado exterior y nuestro presupuesto. En lo que no debemos dudar es en acudir a un taller profesional para dejarnos aconsejar.
